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Cuando el arte es política: nace IDENTIDAD Project

Actualizado: 20 jul 2022


Fotógrafa, amante del arte y del audiovisual, Laura Cahís Sánchez (Ella/Elle, 1999) es fundadora de IDENTIDAD Project, una asociación dedicada al artivismo queer. Quedamos un martes a las once de la noche, porque durante el día trabaja para sobrevivir, y por las noches intenta cambiar al mundo. Todo y haber logrado movilizar a decenas de artistes LGTBIQA+ con un mismo objetivo –hacer visibles sus identidades–, aún se sorprende que la quiera entrevistar. “Es la primera vez que me ponen atención”, se excusa nerviosa antes de empezar. Está cansada y se le nota. Ya se ha puesto el pijama y me da la sensación que molesto más de lo que debería. Aún así, me recibe con una enorme sonrisa a través del Google Meet, por razones de distancia. Y me agradece el espacio. Mucho.


IDENTIDAD Project es una asociación de artivismo queer. ¿Qué defines como ‘artivismo queer’? ¿Qué significa para ti?


El artivismo queer es un concepto que combina el arte y el activismo dentro de la comunidad queer, una mezcla que me parece fundamental. Creo que no se le da cabida suficiente al arte LGTBI+, ni el reconocimiento que se merece. Así que para mí el arte y el activismo queer significan lo mismo, porque hacer arte es hacer activismo. No creo en los fundamentalismos ni en las funciones obligatorias, pero sí en el arte reivindicativo. El arte es experiencia humana y lo personal es político. Partiendo de esta base, cualquier obra de arte es política. El arte impacta porque remueve cosas en la audiencia: te puede ayudar a revivir momentos concretos de tu vida. El arte tiene esa función. La interpretación que cada persona hace del arte es muy importante y ahí entra en juego el papel del espectador. Yo no concibo el arte sin una reacción inmediata del espectador. Al final, existimos por la mirada del otro, porque somos seres sociales y necesitamos la mirada del prójimo para existir. Aunque es un poco triste, es real. Y el arte necesita ser visible, ya no para ser contemplado porque la función contemplativa es adormecida. Por esto se necesita la combinación de arte y activismo para que el mensaje cobre mas fuerza. Al final todo tiene un mensaje, hasta el más mínimo detalle, aunque sea no intencionado. El arte está muy infravalorado, se considera un ocio, un hobbie o una pasión.. y en parte, lo es. Pero en realidad va mucho más allá. El arte va mas allá de la frontalidad.




¿De dónde viene tu amor por el arte?


El arte nace de mí por mi contexto familiar. Estoy rodeada de artistas. Mi madre es pintora y mi padre es músico. Ninguno ejerce de su pasión porque como sabemos, del arte se puede vivir pero muy precariamente, por desgracia. He nacido con el arte, es lo que he mamado des de bien pequeña. Des de bien pequeña escuchaba a mi padre tocar la guitarra. He estado siempre rodeada de arte, nuestra casa está plagada de cuadros. Esto me generó una sensibilidad y percepción sobre el arte brutal. Y es que el arte parte de eso, de la sensibilidad. Sin ella, difícilmente se puede generar arte y difícilmente se puede ser humano. Creo que es fundamental ser vulnerable y ser frágil porque eso nos hace humanos. Por esto es tan importante el arte, porque es lo que nos hace humanos y nos conecta. Genera empatía, genera valores… En una sociedad en la que prisma el egoísmo y el individualismo, me parece imprescindible hacer artivismo.


En un momento de desencanto y desconfianza en la política ¿Cómo puede ayudar el artivismo a las causas sociales?


El arte nos puede ayudar mucho en toda lucha social, y aunque es difícil no es imposible. El arte es experiencia humana y a través de esto podemos hacer reflexionar a la gente. Hay un tipo de arte que me encanta que es la performance. Para mí es el máximo exponente de la expresión artística porque utiliza únicamente el cuerpo como vehículo, como herramienta. [La performance] usa la piel y la carne como un posicionamiento, como una armadura que hace frente a una revolución, a una lucha. Y ahí está el reto. Hay un elemento clave de la performance que compartimos todes que es el cuerpo. Por desgracia, el tamaño, el color de piel y los tipos de cuerpo… tienen una connotación. Porque vivimos en una sociedad en la que hay etiquetas e ideas y estas prevalecen. Pero al final, el cuerpo es materia y es la única cosa que compartimos todes. Es la única cosa que nos pertenece. Me parece fascinante que un cuerpo pueda llegar a tantas personas, que pueda hacer reaccionar al espectador de tal manera que se convierta en partícipe de la obra. La performance está relacionada con el teatro pero va más allá porque se relaciona con la cotidianidad. Se trata de interrumpir la cotidianidad, de interrumpir esta esfera adormecida. Es irrumpir el espacio-tiempo de todas las personas. Es decir “préstame atención, tengo algo que decirte”, sin decirlo. Y esto está muy relacionado con escuchar al otre y no tanto hablar de une misme.


Al final una lucha es tanto personal como social. Si no hay una necesidad, no se genera ningún cambio. Sin necesidad no hay nada por lo que luchar. Por ello es super necesario tomar consciencia de tu alrededor, del mundo. Lo que pasa es que vivimos en una sociedad anestesiada, adormecida, en la que prima el interés egoísta frente al altruista. Y esto complica que el arte se perciba como una herramienta política y social.


¿En qué momento decides fundar IDENTIDAD y por qué?


IDENTIDAD nace el año 2019 a través de la cultura y del arte. Parte de la curiosidad, de la inquietud por saber y conocer. Creo que esto es lo que le falta a la gente: curiosidad y empatía. Para mí fue un momento de transición que recuerdo con mucho cariño porque fue un proceso de autoconocimiento y aprendizaje de mi misma, de saber interpretarme y reconocerme. Nací sin referentes, sin saber nada sobre identidades de género, identidades trans, queer, de masculinidades ni feminidades. Yo no tenía ni idea. Solo sabía que había un espectro de hombre-mujer y que había que ser una cosa u otra. Si no, ya eras una ‘marimacho’, o lesbiana; porque vestías de una manera, o te expresabas con otra. Y estas eran mis limitaciones. Al final todo esto genera complejos y traumas, malestares con tu cuerpo y contigo misma. Y lo que generamos en nosotres, al final, también se genera en nuestro entorno. Crear IDENTIDAD fue un momento de transición a nivel de sexualidad, de identidad y a nivel personal.


Empecé a leer un libro que se llama Vidas Trans, de Antipersona Yo no tenía ni idea del imaginario trans ni queer. Era una ignorante, pero tenía curiosidad. Soy una persona muy curiosa, me gusta saber de todo y más cuando se trata de testimonios en primera persona. Y este libro me removió las entrañas de tal manera que me empujó a hacer algo. En realidad me cabreó. El libro incluía cinco testimonios que hablaban de sus experiencias como personas trans, haciendo vidas normales. Porque, ¡ojo! Las personas trans tienen vidas normales, trabajan, pagan facturas… qué sorpresa, ¿no? Leí un dato que recordaré toda mi vida: el 80% de las mujeres trans están en paro. Me quedé atónita, no entendí nada. ¿Por qué no pueden trabajar por el hecho de ser mujeres trans? Como si fueran criminales, personas que hubiesen matado y torturado... Entonces empecé a investigar, a leer y conocer otras historias. Historias que la gente no conoce, que la gente no lee. Leí historias de personas que no tienen familia, ni amigos, ni a nadie que las escuche. Y al conocer otras historias me conocí a mí misma. Y ahí empecé a encajar las piezas y a entenderme. Entendí otras realidades y a expandí mi mente. Si yo hubiese sabido todo esto con 15 años me hubiera ahorrado y evitado un montón de cosas. Me di cuenta que con estas personas yo compartía muchas cosas: el sentimiento de ser rechazada, discriminada, ninguneada, apartada… Fue una mezcla de todo y sentí una necesidad imperante de hacer algo. Y cuando sientes una necesidad, como te he dicho, se genera el cambio. Yo necesitaba un espacio en el que sentirme segura y a salvo porque nunca lo habia tenido.


Por todo esto surge IDENTIDAD: por la falta de espacios, de referentes, falta de conocimiento, de información y de empatía. Para mi la identidad es super importante porque nos conforma, nos construye, nos permite estar presentes. La identidad nos permite ser reconocides ante el mundo y que les otres nos vean y sepan que existimos. Nos da visibilidad. IDENTIDAD Project se mezcla con el arte por un tema de performance. Somos memoria, tenemos cicatrices físicas y emocionales. Lo que nos atraviesa a todes por igual son las heridas, el pasado, nuestra memoria. Y esto es para mí la identidad. Por esto es fundamental defenderla porque es algo que se construye día a día. Es nuestro y es inquebrantable. Es el derecho fundamental de ser libre.


¿Cuáles son los objetivos de la asociación?


El principal objetivo de IDENTIDAD es defender todo tipo de identidades y cuerpos. Gente negra, gorda, latina, queer, no binaria, de género fluido… todo tiene una identidad. Una etiqueta. Es algo sociocultural. Al final hay un sistema opresor que, hasta que no se diluya, seguirá creando colectivos oprimidos. Y por esto se necesitan más proyectos como IDENTIDAD; y etiquetas; y reconocimiento; y espacios seguros en los que se pueda ser. En los que se pueda estar sin disimular. En los que nadie se tenga que esconder ni se sienta juzgade. Basta ya, estamos hartes y agotades de todo esto. Por ello agradezco mucho haber creado IDENTIDAD, porque me ha llevado a conocer gente maravillosa, gente buena. Cuando he tratado con gente a través de iDENTIDAD, siempre les digo lo mismo: yo no estoy acostumbrada a que me traten bien. No estoy acostumbrada a este ambiente tan bonito y agradable. Últimamente lo relaciono mucho con los ballrooms, las casas. Para mi IDENTIDAD es mi casa y mi hogar. Donde me siento bien y a gusto. Por esto me encanta trabajar en IDENTIDAD, aunque me cueste tiempo y energía. Me da igual porque me nace.


Hasta el momento el proyecto ha tenido un impacto súper positivo. Estoy viviendo un sueño. Yo no concebía que esto pudiese ser posible. Porque es lo que nos enseñan desde bien pequeñes: que el arte, la emoción, el sentimiento… todo aquello que no tenga que ver con la productividad y la cadena capitalista no vale para nada y no tiene utilidad. Y entonces echamos a un lado la salud mental, la emoción y la inteligencia emocional… porque se consideran una pérdida de tiempo, no generan productividad. Hay que producir y ganar dinero. Pero, ¿en qué condiciones? Con ataques de ansiedad, depresiones crónicas, malestares, migrañas, vértigos, desmayos… A la gente le da hictus por ansiedad.


El mundo del arte ha sido históricamente dominado por hombres blancos cis-heteros. ¿Qué crees que debe suceder para que esto cambie y para que se incluya la diversidad?


El sistema es capitalista, patriarcal y colonial. Los hombres blancos cis-hetero viven en una posición de privilegio en la que no les permite generar una necesidad imperiosa. Pero sin esta necesidad no hay un cambio. La necesidad parte únicamente del sentimiento: cuando algo te vulnera y te toca la fibra. Ahí se generan necesidades para cambiar algo. Y esta necesidad se genera a través de una hermana, un hermano gay, un primo trans.. El hombre blanco cis-hetero vive en una comodidad y conformidad en la que no le hace falta reflexionar. Es una posición de tal privilegio que no le deja ver problemas ni conflictos. Y si los ve es porque hay un interés egoísta y individualista, no social. Si la sociedad ya nos segmenta en dos partes: mujer/hombre, Blanco/negro, Pobre/Rico, Azul/rosa… Nos divide por género, sexo, raza, sexualidad… Y en la era digital y tecnológica cada vez nos estamos separando más.


Dentro del sistema hay que ser un caballo de troya: utilizar lo mainstream para introducir tu mensaje. Lo mainstream es el reality por ejemplo. El arte. En general los medios de comunicación tienen una cobertura mediática muy importante y por ello es necesario utilizar lo mainstream para hacer ruido. La performance, que es la máxima representación artística, nos conecta con el otre. Al final, una película, un cuadro, una pantalla… todo esto es muy frontal. En cambio, si tu ves a alguien paseando por la calle completamente desnude y llene de sangre, pararás todo lo que estas haciedo para mirarle y cuestionar qué está pasando. Y ahí se genera el impacto. Con el estímulo generas un clic en la consciencia, una reflexión, un cuestionamiento… Mi caballo de Troya fue el libro de Vidas Trans.


El caso de Samuel, desgraciadamente, puso hace un año el foco en la violencia lgtbifobica que aún existe no sólo en España pero alrededor del mundo. ¿Qué crees que deben hacer las personas para comenzar a generar cambios sociales?


A las personas que reniegan del cambio no se les puede hacer nada. No tenemos la obligación de re-educar a la gente. Estamos cansades, yo lo estoy. Al final todes nos hemos re-educado soles. Porque lo hemos necesitado. El cambio reside en une misme. Creo que el cambio se puede generar ocupando espacios y generándolos. Cuantos más espacios haya y cuánto más ocupemos, más nos tendrán en cuenta. Una vez que nos oigan y nos vean, va a ser diferente. No será increíble, porque al final el cambio no nace de un día para otro; se hace a día a día. Pero será distinto. No puedes meterte en la consciencia de nadie, lo único que puedes hacer es ocupar tu espacio, tu lugar. Y luchar por ello, porque desgraciadamente hay que luchar para poder ocupar ciertos espacios. Hay que luchar por estar, por existir. Creo que hay que hacer todo des de la comprensión, la empatía y el amor. Porque hay mucha hostilidad. No hay que tratar al nazi con amor y pasión, pero tampoco hay que tratarlo con agresividad como hacen ellos. No nos podemos rebajar a su nivel. La violencia no se resuelve con más violencia. La violencia se resuelve con educación, con consciencia, con hablar y escuchar. Contra la violencia, resistencia. Y no hay más. Por mucho que persigas al cis-hetero blanco con todo aquello que le hace opresor, no va a servir de nada. No va a reaccionar hasta que no le pasa algo a su hermana, a su hermano gay, a su primo trans…


Para el futuro le deseo una larga y próspera vida a la disidencia. La disidencia es chulísima. Ojalá que IDENTIDAD se constituya como un espacio que todo el mundo conozca, que vaya más allá de la frontera barcelonina, y que trascienda. Y que las identidades disidentes ocupen todo el sistema. Que se lo carguen. Espero que en el futuro haya menos tragedia y más esperanza, que se pueda festejar mAs, que nos desvinculemos del papel de víctima, de la penuria y de la pena. Y sobre todo, que todes podamos vivir una vida normal y en condiciones.



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Entrevista escrita por MARTA TIANA, en colaboración con IDENTIDAD Project.

(Barcelona, 2000). Marta es periodista y comunicadora, interesada en transfeminismos, cambio climático

y la sociología cultural. Más sobre elle en sensebarret.com/about

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